Regla de contrariedad de los esmaltes

Escudo de armas del Conde de Arundel (1200–1215): En campo de gules, un león rampante de oro, metal sobre color, una ilustración básica y antigua de la aplicación de la Regla de contrariedad de los esmaltes

En heráldica, la repartición de los colores en tres grupos no era formal, pero responde bien al problema técnico de legibilidad, expresado por la llamada regla de contrariedad de colores, que se expresa así:

nunca metal sobre metal, ni esmalte sobre esmalte.

Si se considera la característica de los metales de ser tintes claros, pálidos y aquella de los esmaltes de ser tintes francos, profundos e intensos, la ley podría enunciarse así: nunca pálido sobre pálido, ni intenso sobre intenso, evidentemente define la obligación de contraste permitiendo una buena legibilidad.

  • Aclaración 1. Los forros, compuestos de un esmalte y de un metal, escapan por naturaleza a esta regla. De hecho pueden ubicarse donde sea: sobre o bajo un metal, un esmalte y aun de otro forro.
  • Aclaración 2. La regla utiliza sobre y no al lado y por tanto concierne los cargos (los cuales se ponen sobre el campo o sobre otro cargo) y no a las particiones, que dividen un campo o un cargo en zonas adyacentes pero con el mismo nivel de reputación.

Algunos autores han querido extender la regla hasta las particiones, pero para algunos es imposible de respetar y la realidad de las armerías muestra que esta extensión no constituye más que una tendencia. Esta tendencia es fuerte en lo que concierne a los rebatimientos.


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